update Publicado el 02/10/2025

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El Lago Titicaca, el cuerpo de agua navegable más alto del planeta, atraviesa una crisis alarmante provocada por el cambio climático, la prolongada sequía y los altos niveles de contaminación. Esta situación afecta gravemente tanto a las comunidades rurales cercanas como al ecosistema de la región.

La reducción de las precipitaciones, el vertido de aguas residuales y desechos sólidos, junto con la contaminación por metales pesados derivados de actividades mineras y urbanas, están deteriorando la calidad del agua y la salud del lago y de la cuenca en general.

A esto se suman amenazas ambientales nacionales como la deforestación y los incendios forestales en las tierras bajas del país, que han alterado el ciclo natural de lluvias.

Ante esta situación crítica, es imprescindible una acción articulada entre gobiernos, organizaciones sociales y académicas para desarrollar un plan de restauración integral y sostenible.

En este contexto, la Fundación TIERRA ha encargado a Xavier Lazzaro, uno de los mayores expertos en el tema en Bolivia, la elaboración del presente documento, enfocado en la formulación de propuestas concretas —tanto estructurales como no estructurales— orientadas al control de la contaminación, la restauración ecológica y la adaptación, en la medida de lo posible, a los efectos del cambio climático, y han sido diseñadas con un enfoque respetuoso de las realidades locales y de las poblaciones que habitan el territorio.

El documento se centra en las áreas más densamente pobladas y contaminadas del sector boliviano del Lago Menor del Titicaca, en particular las regiones norte (desde Huatajata hasta Puerto Pérez) y central (de Quehuaya a Chojasivi) del litoral.

Se pone un énfasis especial en la Cuenca Katari —y en particular en los ríos Seke, Seco, Pallina y Katari— así como en su desembocadura en la Bahía de Cohana (entre Quehuaya, Isla Pariti, Cohana y Chojasivi).

El objetivo es contribuir al diseño de estrategias integrales que mejoren la calidad del agua, la salud de los ecosistemas y el bienestar de las comunidades.

Para que las soluciones estructurales tengan un impacto real, deben ir acompañadas de procesos sostenidos de educación ambiental, participación ciudadana y una ética renovada de respeto hacia la naturaleza.

Este proceso exige una firme voluntad política, financiamiento a largo plazo y compromisos que superen los ciclos de gobierno. Solo así será posible avanzar hacia una relación más equilibrada entre el desarrollo humano y la conservación del Lago Titicaca.

La situación expuesta en este documento debe motivarnos a actuar colectivamente, buscando soluciones eficaces y sostenibles que permitan recuperar y preservar este importante ecosistema, en diálogo constante con las comunidades campesinas e indígenas y con el medio ambiente.

Finalmente, es importante destacar que este estudio ha sido posible gracias al apoyo de Diakonía – Bolivia. Esperamos que el documento sea de utilidad e interés para todos los lectores.

Juan Pablo Chumacero Ruíz, Director Ejecutivo, Fundación TIERRA