update Actualizado 20 mayo 2025

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El río Ebro, el más caudaloso de España, enfrenta desafíos debido al aumento de la agricultura intensiva y la población en sus riberas, lo que ha agravado los impactos de sus frecuentes crecidas. Tras las importantes avenidas de 2015, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Confederación Hidrográfica del Ebro, y las administraciones de Aragón, La Rioja y Navarra acordaron poner en marcha un plan para aumentar la resiliencia del sistema.

Así nace la estrategia Ebro Resilience, que propone un enfoque innovador, alejándose de las tradicionales obras de ingeniería como diques o dragados. En lugar de intentar dominar el río, se busca convivir con las crecidas, respetando su dinámica natural y su identidad como ecosistema vivo. El objetivo es mejorar la capacidad de respuesta de la población y lograr un equilibrio entre las actividades económicas y la conservación del río, minimizando los daños por inundaciones.

Las actuaciones, fruto de la colaboración interadministrativa y la participación local, incluyen la eliminación de diques, la restauración de hábitats y la creación de zonas de amortiguación para compatibilizar la agricultura con las crecidas. Se han utilizado tecnologías avanzadas para modelizar proyectos con precisión, con la idea de replicarlos en otras cuencas hidrográficas.

Más información en https://www.ebroresilience.com/

Carlos Arrazola Martínez

Presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro